martes, 8 de diciembre de 2009

LOS DESEOS Y LA NAVIDAD

Materialización Artedigitalgohe

La primera condición que se requiere es la de haber meditado y asimilado la petición en el espíritu. La segunda, no actuar precipitadamente, pero tampoco con miedo.
En estas fiestas navideñas, los deseos de todas las personas se multiplican, pero su multiplicidad viene dada por esperar de los juegos de azar la solución a todos nuestros problemas. Ese no es el camino, es la fustracción y la apatía hecha patología. Acumulando decepciones de esta naturaleza año tras año, perdemos lo más preciado que tenemos los seres humanos la capacidad de ser, el Ser que somos para hacer y tener lo justo y necesario de manera natural. Sea lo que sea lo que pidiéseis a la magia contad con ello sólo en la medida en que os hayáis puesto en el estado psíquico lúcido preciso, determinado y estable en relación constante de orientación con vuestro objetivo. Actuad directamente sobre los medios de poder que hay en vosotros. Vuestra voluntad obedecida interiormente, lo será igualmente fuera.
Toda realización necesita una potenciación, sostenida y persistente en la intención, reiterada en el esfuerzo.
Elaboración, condensación, disposición y acción son las cuatro fases imprescindible.Se elabora en la calma, se
condensa en el reposo, se disponibiliza por las preparaciones y se proyecta por la impulsión volitiva.
El más fugitivo pensamiento- concreto o abstracto- deja una huella duradera y contribuye a modificar los acontecimientos venideros.
En efecto, no basta desear una cosa; además hay que abstenerse de desear o proyectar otra antagonista, y éste es sin embargo nuestro fallo principal.
Para ello es necesario que en nosotros el ser de iniciativa razonada domine al ser impulsivo.
Sentir y participar en estas y otras fiestas el goce de los deseos, canalizar y equilibrar los mismos para así comprender que trabajando uno a uno los deseos se materializan y sutilizan todo el Ser.

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